El trabajo es un espacio donde pasamos gran parte de nuestro tiempo y, por tanto, debe ser un entorno seguro y saludable. Por eso, el diseño y la implementación de un protocolo de acoso laboral se ha convertido en una obligación ineludible para cualquier empresa.
Te explicamos todo lo que debes saber sobre este asunto.
¿Qué es el protocolo de acoso laboral
El protocolo de acoso laboral obligatorio es un documento detallado que establece los procedimientos a seguir en caso de denuncias o sospechas de acoso en la empresa.
Incluye mecanismos de prevención, detección y actuación frente a posibles situaciones de acoso, ya sea psicológico, físico o sexual. Su objetivo es, por tanto, erradicar comportamientos nocivos que perjudican tanto a los trabajadores que los padecen como a la propia empresa, que es responsable
del bienestar físico y psicológico de sus empleados.
¿La normativa exige? que este protocolo sea accesible para todos los empleados y que se promueva activamente la cultura de cero tolerancia. Debe estar alineado con las leyes vigentes y ser revisado periódicamente para asegurar su efectividad y actualización ante nuevos desafíos.
Además, no es suficiente contar con un plan de acoso: es necesario que la empresa lleve a cabo una tarea informativa y que haya una implementación real y un seguimiento de este tipo de actuaciones para activar el protocolo cuando sea necesario.
El empresario no debe perder de vista que también deben evitarse, y son susceptibles de denuncia, todas aquellas actuaciones que sucedan al margen de la relación laboral. Y el ciberacoso, cada vez más frecuente, también debe tenerse en cuenta.
Un aspecto importante es la formación continuada del personal sobre cómo identificar y reportar casos de acoso. Asimismo, deben especificarse claramente las consecuencias y sanciones en caso de comprobarse estas conductas, creando un entorno de disuasión para comportamientos inadecuados.
Obligatoriedad
Desde 2024, todas las empresas están obligadas a tener un protocolo de prevención y actuación frente al acoso laboral. Esta obligación aparece recogida de forma indirecta en el Estatuto de los Trabajadores, ET. También se garantiza el derecho de los empleados a su integridad física ya una adecuada política de prevención de riesgos laborales. Cabe recordar que las situaciones de acoso son un riesgo laboral y que la responsabilidad de la empresa surge tanto por acción como por omisión.
Cómo elaborar el protocolo
Elaborar un protocolo de acoso laboral implica seguir una serie de pasos diseñados cuidadosamente para cubrir todos los aspectos legales y prácticos necesarios.
Sanciones
El acoso laboral no sólo es un problema para las empresas, ya que incide directamente en el clima laboral y el rendimiento de los trabajadores afectados, sino que puede convertirse en algunos casos en un delito perseguido por la justicia, que contempla penas de prisión. Por eso, si una empresa no cumple la obligación de tener un protocolo para el acoso laboral, puede ser sancionada por la autoridad laboral, además de ser denunciada ante los tribunales.
Las sanciones que pueden imponerse a las empresas varían en función de la gravedad de los hechos. De acuerdo con la Ley de Infracciones y Sanciones, oscilan entre 7.501 euros para las infracciones leves, hasta 225.018 euros para las muy graves.
Esto sólo son sanciones administrativas, si el caso llega a los tribunales, habría que sumar las multas impuestas por el tribunal a la empresa. Aparte de esto, la empresa también podría perder cualquier ayuda o bonificación que recibiera y no poder volver a solicitarlas en un período de entre dos a seis años.
Si necesitas más información o deseas implementar en tu empresa el protocolo de acoso laboral no dudes en contactar con DATOS Y SERVICIOS .