En las últimas semanas, los precios de los carburantes han experimentado una situación completamente anómala, dentro de un contexto muy complejo: una tendencia de precios que ya era alcista y que la invasión rusa en Ucrania ha acentuado
El precio del crudo de petróleo, el precio base
El mercado del petróleo, como cualquier otro, se rige por la oferta y la demanda, cotizándose internacionalmente.
En la oferta influyen las decisiones tomadas por los países productores y exportadores de petróleo; las tensiones geopolíticas, los conflictos internacionales, las reservas de crudo disponibles y el tipo y calidad del crudo puesto que la dificultad de extracción de cada yacimiento repercute en el precio, ya que existen zonas donde es más complicado extraerlo.
El precio de referencia en Europa es el barril de Brent, expresado en dólares, asimismo, dado que el crudo se cotiza en dólares, el tipo de cambio de moneda puede tener un efecto importante en el precio.
En la demanda dado que el consumo de crudo está estrechamente relacionado con la evolución de la economía, el PIB es un factor que afecta a la demanda, así como a la época del año, ya que en invierno aumenta uso de gasóleo de calefacción y en verano por el incremento de la movilidad debido a los desplazamientos de vacaciones. Finalmente, el petróleo también cotiza en mercados de futuros que son otro elemento a tener en cuenta en la formación del precio.
En este caso estamos hablando de, más o menos, el 40-50% del coste que te supone la gasolina y el diesel.
Del refinamiento del crudo en España se encarga la Compañía Logística de Hidrocarburos. A ésta, los mayoristas le compran la gasolina y el diésel para después distribuirla entre las estaciones de servicio. De ahí el siguiente concepto, el de costes de distribución, comercialización y márgenes.
Diferencias entre el mercado del crudo y el de los carburantes
Los carburantes, es decir, la gasolina y el gasóleo, también tienen sus propios mercados internacionales con sus propias cotizaciones, que aunque están muy relacionados con el mercado del crudo, responden a sus propias dinámicas de oferta y demanda. Ambos mercados de referencia para España son el del Mediterráneo y el del Noroeste de Europa.
Estos mercados de los carburantes varían en función de los factores locales, la estacionalidad de la demanda, la capacidad de refinamiento y los posibles percances como problemas de suministro por paradas puntuales de refinerías, etc.
Hay que tener en cuenta que son estas cotizaciones internacionales de la gasolina y el gasóleo las que determinan, principalmente, el precio en el surtidor.
Factores influyen en el precio de los carburantes, los impuestos y otros costes
El precio que pagamos por un litro de carburante tiene cuatro componentes:
- el precio del carburante en el mercado mayorista
- el coste de distribuirlo hasta las gasolineras y el margen que se llevan las gasolineras
- el impuesto sobre hidrocarburos
- el impuesto sobre el valor añadido
El precio de los carburantes está constituido principalmente por dos elementos: el precio antes de impuestos y los impuestos. El primero lo forman la cotización internacional de los carburantes, es decir, el coste mayorista, al que hay que añadir los costes de distribución y márgenes mayorista y minorista.
Los impuestos -el IVA y el impuesto especial de hidrocarburos (IEH)- representan en este momento un 40% del precio final de venta al público (PVP), en función de si se trata de gasolina o gasóleo, ya que 'IEH graba de manera diferente a cada uno, pero quizás el que tiene más peso es el IEH. El IVA se calcula a partir del precio base del combustible cuando ya se le ha aplicado el IEH.
Si hablamos del IEH, debe entenderse que consta de dos tramos: el general y el especial. Ambos se calculan en base a un importe fijo que estipula la ley por cada 1.000 litros. Es la diferencia entre el IEH de la gasolina y el diesel, lo que hace que un carburante sea más caro que el otro.
Con los precios actuales, el 40% y 50% del precio final de la gasolina y del gasóleo, respectivamente, lo forma la cotización internacional y, por último, los márgenes y costes de distribución, que suponen entre el 14% y el 11 %. Éstos incluyen todos los costes desde la salida del carburante de la refinería hasta que llega a las estaciones de servicio, es decir: transporte, almacenamiento, mantenimiento de existencias mínimas de seguridad, costes de comercialización y explotación de la estación de servicio , margen minorista y otros costes adicionales, como la contribución al Fondo Nacional de Eficiencia Energética, la incorporación de biocombustibles, etc.
Del precio final al surtidor, el margen bruto mayorista, al que posteriormente hay que descontar los impuestos, supone aproximadamente el 1,5%